domingo, 3 de enero de 2010

Des-igualdad de género


Un marido se entera de que su esposa le ha sido infiel. En un arranque de celos, el marido le rompe la mandíbula y la dentadura a la esposa. Además, la echa de casa, se queda con los niños y la impide verlos bajo ninguna circustancia (ni siquiera en Navidad), saltándose el régimen de visitas.

¿Cómo reaccionaría la opinión pública española? Linchando al marido por la agresión y encontrando una justificación moral a la infidelidad de la esposa.
¿Cómo actuaría la ley? Condenando al marido por violencia de género y otorgando a la madre la custodia de los hijos.

Hagamos un sencillo experimento: un enroque en la historia, cambiando la palabra marido por esposa y viceversa.

Una esposa se entera de que su marido le ha sido infiel. En un arranque de celos, la esposa le rompe la mandíbula y la dentadura al marido. Además, le echa de casa, se queda con los niños y le impide verlos bajo ninguna circustancia (ni siquiera en Navidad), saltándose el régimen de visitas.

¿Cómo reaccionaría la opinión pública española? Linchando al marido por la infidelidad y encontrando una justificación moral a la agresión cometida por la esposa. ¡Se lo tenía merecido, por putero y adultero!
¿Cómo actuaría la ley? Sobreseiendo la agresión y concediendo a la madre la custodia de los hijos.

La opinión pública se está quedando con lo anecdótico del caso Tiger:
1) Que Woods ha sido un pichabrava.
2) Que la esposa va a sacar un montón de millones por el divorcio.

Ser un pichabrava es reprobable desde un punto de vista moral. Pero mucho más graves son la violencia de género y el incumplimiento del régimen de visitas, hechos punibles desde un punto de vista legal. Sin embargo, todo nos parece muy normal...

¿Y si hubiese sido Tiger quien hubiese roto la cara a su esposa con un hierro 9? ¿Nos seguiría pareciendo todo muy normal?

Posdata. El día siguiente a la publicación de este post, una mujer asesinó en Madrid a su pareja. La noticia sólo ocupó un breve en los periódicos. La muerte no contabiliza en la estadísticas oficiales de 'violencia de género' porque ahora se dice 'violencia machista' y, claro, habría un problema de concordancia... Además, "seguro que se lo merecía".

1 comentario:

Santiago González dijo...

Ánimo, Víctor, Mucha suerte con este blog, que ha debutado con un buen comentario. Perseverancia, suerte y un abrazo.