- El fichaje más caro del Madrid en los tres años de Calderón fueron los 35 millones desembolsados por Robben. Llega Florentino a la presidencia DEL MISMO CLUB y en dos semanas gasta 200. Cristiano 95 + Kaká 65 + Villa 40.
- La discrección y el ahorro nunca fueron la bandera de Ramón Calderón. Así, se entiende que si no gastó más fue porque no había.
- Por muy magnate que sea, de esos 200 millones Florentino no pone ni un céntimo de su bolsillo. Entonces, ¿de dónde surge el dinero?
- No quedan terrenos por recalificar. No existe la posibilidad de ampliar capital, puesto que el Madrid no es sociedad anónima. Y la venta de los jugadores transferibles en ningún caso dejará un rédito superior a, digamos, 50 millones (Sneijder, Van der Vaart, Saviola, Drenthe, ¿Robben?).
- La explicación más razonable al dinero súbito es un crédito bancario. Pero, ¿qué entidad concedería en los tiempos que corren un crédito de nueve dígitos a un club deportivo?
- ¿Llega la implicación personal de Florentino con el Madrid hasta el punto de avalar dicho crédito con su capital personal?
- ¿Cómo amortizar semejante desembolso? ¿Derechos de imagen? En 2003 era factible rentabilizar un gasto de 35 millones por fichar a un Beckham. Era Beckham, el mercado asiático seguía virgen, la mercadotecnia futbolística estaba menos saturada... y no había crisis.
- Con un incremento de entre 5 y 10 millones de euros en el presupuesto anual (que ahora ronda los 20), el Madrid de baloncesto sería firme candidato a la Euroliga.
- Rechazo el debate ético sobre la moralidad de las cifras. Me resulta hipócrita. Estos 200 millones en fichajes son una gota en el océano. El Madrid es una empresa, al menos, así la concibe Florentino. Y compra-ventas millonarias como las del Madrid se firman a diario entre empresas y ocupan un faldón en la sección económica de los periódicos. Esas páginas 'de relleno' antes del deporte.
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