
Para ser Bélgica uno de los países más prósperos del mundo, las belgas son gente sencilla y familiar. Sin grandes pretensiones: una vida tranquila, una casa 'en el campo' y un jardín impoluto. En cierto modo, es un reducto del pasado, una dirección opuesta al modelo individualista-materialista importado de EEUU. No mejor ni peor, sólo diferente.
Lo de la casa 'en el campo' suena exagerado, pero las tres principales ciudades de este pequeño país (Bruselas, Amberes y Gante) sólo agrupan al 15% del total de la población (11 millones). El grueso vive en pequeños y medianos pueblos con poco más que casas, una estación de tren, algunas tiendas de ultramarinos y una iglesia. El trabajo, los estudios y las compras mayores quedan para la 'urbe'. En esos pueblos (que no aparecen en las guías turísticas), el precio del suelo es barato y las viviendas, compradas o alquiladas, son accesibles para el sueldo medio.

Las deportistas belgas son un reflejo de esa cultura. Los últimos 20 meses han visto la retirada definitiva de sus cuatro mejores deportistas en el cénit de su carrera y a una edad temprana.
- Justine Henin se casó a los 20. Cinco años después, en 2008, se retiró siendo nº1 del ránking. Quizá le faltaban retos. O quizá no se identificaba con el rumbo de la WTA, hacia las tenistas-modelo como producto de marketing. Henin explicó que lo dejaba por "el cansancio acumulado por la competición"... ¿? tenía 25 años.
- En mayo de 2007 lo dejaba la también tenista Kim Clijsters. Había alcanzado el nº1 del ránking y ganado un US Open. Se retiró con 24 años: "es demasiado exigente para mi cuerpo, no puedo aguantar este ritmo". Pocos meses después contrajo matrimonio.

- Kim Gevaert es vigente campeona de Europa de 100 y 200 m, la mejor velocista del continente en el último lustro. Se retiró el pasado 5 de septiembre, días después de cumplir los 30. Explicó su deseo de "ser madre y dedicar más tiempo a la familia". Hacía sólo dos semanas que se había colgado una plata en Pekín...
Bélgica no es un productor prolífico de estrellas deportivas, pasarán años hasta que se encuentren sustitutas a las cuatro anteriores. Imagino que si se retirasen tan pronto las cuatro mejores deportistas españolas yo me sentiría sorprendido y, en cierto modo, decepcionado. Pregunté su opinión a Anneke y me respondió con naturalidad y orgullo: "Es fantástico. Es una chica sencilla y cercana, ahora va a tener familia".
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